|       5 JULIO 1986La mítica bailarina y coreógrafa Martha Grah presenta en Barcelona,
        hoy y mañana, su ballet. Martha Graha que tiene 92 años, viaja con la
        compañía a la que sigue dirigiendo y, a sus años, demostró en un
        encuentro con los periodistas mantener una lucidez absoluta y un sentido
        del humor exquisito.
 
 
 
 
 
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 Tiene 92 años y se la ha definido como "una fuerza de la
        naturaleza". Una de las más apasionantes del siglo XX. Su concepto
        del movimiento, del cuerpo, ha sido determinante para la danza moderna,
        y sus ballets -más de 170- han dejado huella en coreógrafos contemporáneos
        como Antony Tudor o el mismo George Balanchin. Ahora, el mito se ha
        hecho de cuerpo y alma en Barcelona, donde su compañía actuará hoy y
        mañana en el Grec de Montjuïc.
 
 
 A pesar de su edad, ella viaja siempre con la compañía, sigue
        dirigiendo los ensayos... y atendiendo a los periodistas: "si yo
        estuviera en vuestro lugar -se presentó ayer- me daría miedo hacer
        preguntas. Pero no teman. Pueden preguntar lo que quieran". Como si
        lo hubiese preparado todo minuciosamente -lo cierto es que no podemos
        entrar hasta que ella da la orden-, la sala donde nos atiende se
        encuentra en la penumbra y ella nos recibe sentada a contraluz. Su voz,
        llena de sabiduría, suena como un oráculo, y mientras habla reina el más
        absoluto silencio. "
 
 
 
 "Nunca pensé en crear un método"
 
 "Nunca pensé en crear un método -dice- .Siempre me dejé llevar
        por lo que sentía, y sólo he querido expresar a través de la danza y
        del cuerpo aquello que quería decir. Pero nunca me he propuesto hacer
        ninguna revolución. Lo importante en mi método es no estancarse. No se
        trata de ninguna ruptura. Todos mis bailarines. e incluso yo misma,
        venimos del método académico. Lo que sucede es que siempre he pensado
        que el cuerpo podía dar otras cosas y la imaginación ir más lejos".
 
 
 Alguien le pide que defina el concepto de danza moderna: "He sido
        acusada de rupturista y de odiar la danza académica -explica-. Sin
        embargo, yo enseño danza académica. Me sirvo de su fuerza. Uso su técnica,
        aunque no su estilo. Hay que pensar que nuestros cuerpos ya no son los
        mismos de hace un siglo. Tampoco la ropa que llevamos. Antes las mujeres
        vestían faldas largas, corsés. Los hombres no iban jamás en pantalón
        corto. Sus trajes eran pesados. El cuerpo nos ha ido pidiendo poco a
        poco más libertad, más comodidad, y lo mismo sucede con la danza. Por
        esto no me gusta hablar de danza moderna, sino de danza contemporánea,
        porque significa que progresa junto al mundo".
 
 
 
 Enseñar a los actores
 
 En su escuela neoyorkina, Martha Graham, además de dar sus cursos
        habituales de baile, tiene también unos cursos para actores, por los
        que han pasado estrellas como Bette Davis, Gregory Peck, Diane Keaton o
        el mismisimo Woody Allen.
 
 
 "En estos cursos -dice- no enseñaba danza, sino a dominar y
        controlar la fuerza i del cuerpo." Y , aunque no revela el nombre
        del protagonista, cuenta con ironía la siguiente anécdota: "Durante
        una clase, un actor me interrumpió y me dijo: -Oiga, yo no quiero ser
        bailarín. -Tampoco quiero yo rebajar el baile enseñándoselo a usted,
        pero si continúa practicando estos ejercicios quizá conseguirá
        caminar algún día como un hombre -le contesté."
 
 
 Para Martha Graham, el cuerpo es el mayor tesoro de la Naturaleza,
        "el instrumento más hermoso que existe".  "El
        cuerpo lo tienes, lo cuidas, lo aprecias, lo lastimas... y siempre
        permanece aquí como la mayor maravilla del mundo sin que nada pueda
        competir con él."
 
 
 
 La única cosa eterna es el cambio
 
 Pero el cuerpo hay que dejarlo expresar "permitir que salga todo
        aquello que lleva dentro. Y esto es lo que quiero expresar con mi danza.
        Mi obsesión es decir siempre cosas nuevas al mundo. Los chinos dicen
        que no existe nada fijo, que la única cosa eterna es el cambio. Yo
        pienso que existe mucha sabiduría en Asia. Los bailarines chinos se
        preparan durante horas, exteriormente e interiormente, antes de salir a
        escena. Una vez presencié una de estas sesiones. El bailarín estuvo
        acostado en el suelo durante tres horas y según iban poniéndole el
        maquillaje iba asumiendo la personalidad del hombre que debía
        representar".
 
 
 El programa que se presenta en el Grec, dividido entre la sesión de hoy
        y de mañana, es una antología de distintos ballets de Martha 
        Graham. Hoy podremos ver "Diversions d'angels" (estrenado en
        1948), "Errant en el laberint"  (1947), "la cova del
        Cor" (1946),  "Actes de Ilum"  (1981). El
        domingo se presentará "Primavera als Apalatxes" (1944),
        "Tangled , night"(1986) y"laconsagració de la
        primavera" (1984).
 
 
 
 Una antología
 
 Martha Graham explica estos dos últimos ballets: " 'La consagración
        de la primavera' la bailé por primera vez en 1923, pero aquella 
        versión la he olvidado expresamente. La 'Consagración' es el 
        retorno a la vida, a la tierra, después del invierno.  Existe un
        proverbio nórdico de antes de Cristo, que  dice 'Estuve colgado
        durante 9 noches y 9 días de la cruz'. Todos nos colgamos alguna vez de
        la cruz de la indecisión. Esto es algo que quiero explicar y quiero
        hacerlo a través de la emoción del cuerpo".
 
 
 " 'Tangled night' -dice- está  inspirado en los vikingos, en
        el norte. Es una aventura en el mar, cuando no había brújulas: sólo
        el sol y las estrellas. Cuando el tiempo y los elementos gobernaban el
        mundo."
 
 
 Para Martha Graham precisamente, "los elementos han influenciado
        siempre mi obra, porque creo que su peso cae sobre nosotros desde
        siempre. "Es evidente -dice- que la mujer es la luna y está
        dominada por ella. "
 
 
 A la pregunta final de cómo se veía Martha Graham a sí misma desde la
        perspectiva del siglo, contestó: "Mi trabajo se basa todavía en
        lo que aprendí en la 'Denishawn " aunque sigo buscando cada día
        nuevas emociones. Lo que me preocupa es evolucionar sin distorsionar la
        base. El cuerpo es muy delicado y yo lo amo. 'Si estás enfermo o triste
        -dicen los chinos-, no salgas a la calle. Porque se te verá en tu cara
        y podrías contagiar a los demás".
 
 
 
 
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